Una
organización vertical
En
CGT no existen ejecutivas que nos digan lo que tenemos que hacer y como pensar,
las decisiones corresponden a las asambleas de afiliados y afiliadas. Los
órganos de gestión (Secretariados o juntas (en el caso de secciones
sindicales)) son solamente órganos responsables de llevar a efecto los acuerdos
tomados en las asambleas.
Una organización pactista con el
sistema
CGT
no firma DESPIDOS, ni CIERRES DE EMPRESAS, ni EMPEORAMIENTO DE LAS CONDICIONES
LABORALES. En CGT nos oponemos a todo lo que suponga empeorar las condiciones
de vida de las clases más desfavorecidas de la sociedad, como los bajos
sueldos, las condiciones laborales de sobreexplotación, el encarecimiento de la
vivienda y de los artículos de primera necesidad, la represión ejercida, tanto
por los estamentos al servicio del Estado como por las empresas sobre sus
plantillas.
Una
organización racista
CGT
no vemos enemigos nuestros a las personas llegadas de otras latitudes, si son
personas humildes que vienen huyendo del hambre y la miseria a la que han
sometido a sus países los especuladores organizados en el FMI, el BM y la OMC.
Para nosotros todas esas personas son de nuestra clase por ser víctimas más
avanzadas de los mismos mafiosos que nos explotan a nosotros. Para los y las
ANARKISTAS, ni el color de la piel ni el lugar de nacimiento, ni su cultura
deben ser motivos discriminatorios ni distantes entre personas.
Una
organización sexista
En
CGT consideramos que todas las personas, de ambos sexos, sean cuales sean sus
tendencias sexuales, merecen para nosotros y nosotras el mismo respeto y
aprecio. Rechazamos de plano la violencia de género por considerarla un residuo
de la educación patriarcal que hemos sufrido durante largos siglos, y por ser
un claro problema para la deseable buena convivencia entre personas humildes.
Una organización localista
Los
y las ANARKISTAS, rechazamos las fronteras que nos imponen los intereses
económicos, al tiempo que rechazamos los afanes de anular culturas
identificadoras de los pueblos, por entender que las costumbres culturales de
los pueblos no son un problema para las relaciones de buena vecindad entre
pueblos sino que son los intereses económicos y acaparadores de poder los
culpables de la rotura de dichas relaciones.
Una
organización insolidaria
CGT
es una Organización que busca la solidaridad entre trabajadores y trabajadoras
y entre todas las personas humildes y de buena fe de todo el planeta así como
con todos los pueblos oprimidos, expoliados y explotados que existen sobre la
faz de la tierra y tratamos con nuestros medios y posibilidades a contribuir a
ello como lo estamos demostrando con los pueblos indígenas de Chiapas (Méjico)
y otros.
Una
organización apolítica
En
CGT estamos contra los vividores de la política, los farsantes e hipócritas que
hacen de la política su “modus
vivendi”, los que nos venden una cosa para que les votemos en
las elecciones y luego nos envían a la policía cuando les reclamamos sus
promesas, aspiramos a un mundo de personas iguales en derechos y libertades y
autosuficientes para mantener una sociedad sin gobiernos ni estados que nos
controlen y nos repriman, sin especuladores ni explotadores. Pero esa es una
política, la política natural, la que surge de la lógica convivencia entre
personas de bien. Esa política, que
podíamos llamar la antipolítica de lo que hoy conocemos, no
es algo apático y distante de todo lo que pasa, sino que tiene unos objetivos y
unas metas a cumplir, por tanto CGT no es una Organización apolítica, como
tampoco lo es todo el Movimiento Libertario, aunque haya quien lo confunde.
Una Organización Elitista ni Sectaria
CGT
es una organización de trabajadores y trabajadoras que funcionando desde las
asambleas de fabrica tajo o barrio aspira a llegar e implicar a todas las
personas oprimidas que estén por la transformación de la sociedad en un MUNDO NUEVO donde
no existan explotadores ni explotados, en el que los avariciosos, estafadores y
malvados sean reducidos por la voluntad convivencial de las personas de
bien.